Al-Ra’i wa-l-Ra’i al-Akhar. La objetividad de Al-Jazeera durante y después de las revueltas egipcias

Escrito por: Bianca Carrera Espriu

El 8 de julio de 2013, 22 miembros del personal de Mubasher Misr -la plataforma de transmisión en directo de Al Jazeera dedicada a noticias egipcias- dimitieron por «cobertura sesgada«. El suceso sería utilizado por la nueva administración egipcia y por canales rivales como Gulf News o Al-Arabiya para intensificar sus denuncias contra el supuesto partidismo de Al-Jazeera.

Este fue sólo uno de los episodios de una campaña que lleva años en marcha con el objetivo de desacreditar la credibilidad de la plataforma de radiodifusión con sede en Qatar, argumentando que Al Jazeera tiene una agenda ideológica y política concreta que se esfuerza por difundir. Estas acusaciones han tenido el mayor protagonismo en el caso de Egipto, donde se ha culpado a Al Jazeera de favorecer a los Hermanos Musulmanes y de ignorar la voluntad de la población egipcia.

El objetivo de este ensayo será, por tanto, desentrañar si el lema de Al Jazeera «Al-Ra’i wa-l-Ra’i al-Akhar» (la opinión y la otra opinión) describe realmente la naturaleza de su periodismo y, más concretamente, si la cobertura de Al Jazeera de las revueltas egipcias sirvió sólo a los intereses de un grupo concreto. En ese caso, el ensayo también estudiará las motivaciones y los actores responsables de dicha narrativa. 

Lanzada en 1996 con la ayuda del gobierno qatarí, Al Jazeera Arabic nació para revolucionar el periodismo en el mundo árabe. Construida principalmente a partir de los cimientos y el personal de la antigua BBC Arabic, AJA ofrecía la alta profesionalidad de los medios de comunicación occidentales pero informando exclusivamente a los árabes, por árabes. La distinción entre un canal dirigido por periodistas árabes y periodistas occidentales es esencial para entender la narrativa general de Al Jazeera Arabic debido a las diferentes consideraciones morales de cada cultura.

Para los periodistas árabes, la responsabilidad social y la representación de lo que está bien y lo que está mal son dos de los valores éticos más importantes de su profesión (Abunajela y Mello, 2016). Esta misión está claramente influenciada por el papel del Islam en la región, y lejos de ser una desventaja, fue un factor que permitió al canal conectar con la población. Durante años, ha sido el canal de noticias preferido por los hogares árabes, alcanzando en la actualidad casi el 20% de las visitas de noticias en la región y la mayor duración de las visualizaciones(Forbes).

Al fin y al cabo, la aspiración de dar una plataforma a los que no tienen voz la ha diferenciado de cualquier otra plataforma mediática vista anteriormente. Lo vemos muy claramente en la cobertura de Al Jazeera de las revoluciones de 2011, especialmente en Túnez y Egipto. Cuando empezaron a producirse manifestaciones masivas en las calles de Túnez, Al Jazeera interrumpió su programación habitual para dedicar la totalidad de sus emisiones a la revolución. Lo mismo ocurrió con Egipto, donde la plataforma dio un paso más y creó el canal Mubasher Misr para cubrir en directo las novedades del proceso revolucionario. En tiempos de protestas, Al Jazeera ha demostrado ser fiel a sus principios y ofrecer un espacio para que las demandas de la gente no queden desatendidas, algo que le ha costado pérdidas de audiencia por parte de quienes hubieran preferido un contenido más diverso(Hijjawi). 

Hasta ahora, Al Jazeera había funcionado como una plataforma mediática considerablemente independiente. Aunque muchos argumentan que sus vínculos con el gobierno qatarí la hacían propensa a los sesgos en la cobertura de noticias, el argumento no tendría sentido, según otros, si tuviéramos en cuenta que Al Jazeera había sido utilizada como una herramienta de soft power por el emirato; y un requisito para que fuera un arma de soft power es que el gobierno no pudiera de ninguna manera interferir en las actividades de la emisora(Maziad, 2018). Además, estaba claro que Al Jazeera había creado una agenda propia cuando, tras el levantamiento de 2013 en Egipto, el canal cambió su postura neutral para favorecer ligeramente a una fuerza política concreta: Los Hermanos Musulmanes. 

En este sentido, el proyecto panislamista de Al Jazeera Arabic acabó poniendo en peligro las relaciones exteriores de Qatar con Egipto, pero también con otras potencias de Oriente Medio. La asociación entre ambas entidades no jugó a favor de Qatar cuando la emisora empezó a ser acusada de ponerse del lado de los extremistas islamistas(Maziad, 2018). Finalmente, Al Jazeera Mubasher Misr se vio obligada a cerrar para salvar la reputación general de la plataforma. Desde entonces, se hace referencia a AJMM como «la manzana podrida» de Al Jazeera. Sin embargo, el sesgo que muchos egipcios notaron en la cobertura de AJ también se sintió en sus otras emisiones.

Aunque la erudición sobre el tema ha analizado ampliamente las diferencias narrativas entre los contenidos de Al Jazeera en árabe y en inglés -siendo los primeros los más expuestos a los juicios no objetivos y a las ideas religiosas(AlSamrin, 2018)-, los estudios analíticos también ponen el foco en la cobertura ofrecida por la plataforma angloparlante. A través de ellos, es posible establecer que las microestructuras sintácticas, léxicas y retóricas encontradas en el contenido de AJE definen claramente a los Hermanos Musulmanes como el Yo positivo y a la nueva autoridad egipcia como el Otro negativo(Radhi & Pandian & Sepora, 2016) según la Teoría del Cuadrado Ideológico de Van Dijk.

Hay quienes atribuyen esta narrativa al objetivo de Qatar de diferenciarse de la vecina Arabia Saudí -cuya relación con el panislamismo se ha deteriorado desde el 11-S-(Cherkaoui, 2014); y otros que hablan de una estrategia independiente, más influida por el acercamiento directo de los Hermanos Musulmanes y Turquía hacia la plataforma mediática que por la agenda de Qatar(Maziad, 2018). Sin embargo, una tercera opinión también sostiene que esta representación concreta de los acontecimientos respondió a un verdadero deber periodístico(Abunajela & Mello, 2016).

El exdirector de la cadena Al Jazeera, Wadah Khanfar, argumentó que el código ético de Al Jazeera consistía en defender el derecho de los árabes al conocimiento, la libertad y la democracia; y que al representar las revueltas que desalojaron a Morsi del poder -que había sido elegido democráticamente- como un golpe de Estado no hacía más que retratarlo como lo que realmente era, un asalto a la democracia. Otros miembros del personal también han expresado su postura al respecto, afirmando que Al Jazeera sólo estaba sirviendo a su lema: la opinión y la otra opinión. Estaba claro que los Hermanos eran una voz fuerte en Egipto, y no habría sido profesional ignorarla(Abunajela y Mello, 2016).

Si bien este último argumento es comúnmente aceptado, ya que una plataforma mediática no podía pasar por alto a una parte tan ruidosa de la sociedad egipcia; es importante tener en cuenta algunos de los rasgos que caracterizan la cobertura de Al Jazeera de los acontecimientos. No fue el hecho de que Al Jazeera sugiriera que las acciones emprendidas por los militares eran un golpe de estado lo que hizo que AJMM pareciera parcial, sino su falta de contextualización. AJMM no habló de las razones que llevaron a los militares a tomar el poder. No hablaba de las grandes movilizaciones populares que habían dado lugar a una segunda revolución ni de la negativa de Morsi a convocar elecciones anticipadas (Maziad, 2018).

Es difícil establecer si la cobertura de los canales de Al Jazeera de la época posterior a los levantamientos de 2011 en Egipto tenía la clara intención de desacreditar a la nueva autoridad egipcia que llegó al poder después de 2013. La forma en que diferentes personas e investigadores interpretan el lenguaje de Al Jazeera variará en función de sus juicios subjetivos sobre el tema, su afiliación política e incluso sus creencias religiosas; lo que viene a demostrar que, al analizar los fenómenos sociales, la objetividad es casi inalcanzable. Lo mismo ocurre con el periodismo.

La voz de Al Jazeera, independientemente de la rama a la que nos refiramos, nunca ha sido objetiva. Desde la publicación de Los Papeles de Palestina hasta la cobertura de los levantamientos árabes de 2011, la plataforma mediática siempre se ha puesto más del lado de una de las partes implicadas. De nuevo, Wadah Khanfar sostiene que «la imparcialidad no significa situarse en el medio entre lo que es correcto y lo que es claramente un atentado a la libertad sin decir nada«. Con sus palabras, podemos entender que, aunque Al Jazeera se considere imparcial en el sentido de que se compromete a hacer oír todas las voces, seguirá informando no con el objetivo de ser objetiva o neutral, sino con el de ser fiel a sus normas éticas -que son predominantemente abrahámicas-.

La llamada agenda de Al Jazeera destaca por su peculiaridad entre otras emisoras internacionales de alto nivel. Destaca y alimenta el debate porque, mientras que las principales plataformas occidentales derivan su subjetividad de incentivos políticos y económicos, la de Al Jazeera y otras plataformas árabes se basa mucho más en factores culturales. Partiendo de la base de que la objetividad es un rasgo inalcanzable dentro de la práctica periodística(Taflinger, 1996), es una cuestión de preferencia personal el decidirse por uno u otro enfoque periodístico.

En el caso de Mubasher Misr, lo que falló no fue la objetividad, sino el rigor periodístico a la hora de retratar -aunque fuera de forma ligeramente subjetiva- todos los lados de la historia. Fue un error que muchos miembros del personal reconocieron, y que ha marcado la evolución de una Al Jazeera más profesional hasta nuestros días. Se discute mucho si las viejas prácticas de AJMM siguen vivas en las redacciones de Al Jazeera Arabic, pero lo que está claro es que Al Jazeera English ha conseguido afianzar su reputación como plataforma mediática aclamada y prestigiosa a nivel internacional. 

Para concluir, podemos finalmente afirmar que -según las fuentes consultadas y sus correspondientes interpretaciones- Al Jazeera en su conjunto sí cumple con su misión de retratar diferentes opiniones -considerando que existen algunas diferencias en la forma en que lo hace cada uno de sus canales-. En cuanto a la cobertura de la plataforma de las revueltas egipcias y su posterior objetividad o posicionamiento hacia una parte concreta, podemos establecer que en ninguno de los casos -2011 y 2013- Al Jazeera fue neutral. En ambas revueltas, la conducta de Al Jazeera estuvo guiada por sus valores culturales y morales, que favorecen el posicionarse al lado de los oprimidos. Mientras que esta línea de conducta fue alabada durante las revueltas de 2011, fue criticada por gran parte de la población egipcia en 2013 debido a la división del conflicto. Por último, se ha podido descartar a Qatar como uno de los responsables de esta línea editorial concreta, y señalar más bien a los fundamentos éticos del periodismo árabe, la influencia del panislamismo entre el personal de AJ y otros actores extranjeros como Turquía.

Dicho esto, me gustaría subrayar que, independientemente de las posibles críticas hacia la cobertura de Al Jazeera en Egipto, no debemos olvidar el gran papel que la plataforma ha desempeñado en la amplificación de la voz de los movimientos prodemocráticos durante la última década, así como en el allanamiento de la libertad de prensa en Oriente Medio. En definitiva, aunque surjan nuevos medios de comunicación en la región, Al Jazeera seguirá siendo el «canal de todos los árabes«, y la única emisora que apoyó las revoluciones sin reservas(Hijjawi). 

Lista de abreviaciones:

AJ: Al Jazeera

AJA: Al Jazeera Arabic

AJE: Al Jazeera English

AJMM: Al Jazeera Mubasher Misr 

Bibliografía:

Abunajela, Mohammed-Ali and Mellor, Noha. Political Islam and Global Media : The Boundaries of Religious Identity. Edited by Mellor, Noha and Rinnawi,Khalil. Taylor & Francis Group. 2016. Retrieved from: https://ebookcentral.proquest.com/lib/sciences-po/reader.action?docID=4556570&ppg=1 

AlSamrin, Hamad. A Comparison of News Coverage on the Arabic and English Versions of the Al Jazeera Websites, Master of Science. Drexel University. 2028. Retrieved from: https://ResearchDiscovery.drexel.edu/discovery/fulldisplay/alma991014632409704721/01DRXU_INST:ResearchRepository 

Al- Radhi, Hanan et al. Arab Spring…Islamists-Seculars Struggle to Control Egypt A CDA Study from AJE’s Ideological Perspective. International Journal of Applied Linguistics and English Literature. 2016. Retrieved from: http://www.journals.aiac.org.au/index.php/IJALEL/article/view/2393/2082 Berger, Miriam. Al Jazeera’s Media Lessons for Egypt. Atlantic Council. 2013. Retrieved from: https://www.atlanticcouncil.org/blogs/menasource/al-jazeera-s-media-lessons-for-egypt/

¿Constituyó la primavera árabe una nueva era de constitucionalismo en Oriente Medio?

Escrito por: Bianca Carrera Espriu

Introducción

Al evaluar el estado de los sistemas jurídicos de Oriente Medio y, a su vez, la naturaleza de su democrática, no es difícil detectar lo que Edward Said describió hace décadas como «la empresa cultural británica y francesa«. El supuesto proyecto civilizador que pretendía crear una idea de cómo era Oriente sin intentar que se correspondiera con la realidad. Una inversión académica e intelectual «domesticada para uso local europeo«: el orientalismo. 

Esto se ve claramente en la caracterización más extendida de la jurisprudencia árabe, a menudo denominada justicia kadi. Herencia del controvertido erudito Max Weber, el uso del término kadi -el cual corresponde a un determinado juez religioso dentro del Islam- al describir la naturaleza de la justicia árabe pretende dar a entender que estos marcos legales, como el propio kadi, se caracterizan por una inherente «arbitrariedad y excesivo individualismo«. 

Esta descripción está presente en una gran parte de los estudios, en los que encontramos afirmaciones que sugieren que la relación de los países musulmanes con la democracia a lo largo de los años ha sido un «fracaso casi irreconciliable«, afirmando que esta falta irreconciliable recae en el arabismo o sugiriendo que los territorios no musulmanes o no árabes del Imperio Otomano han avanzado mucho más constitucionalmente hablando que los musulmanes y árabes.

Por ello, las revueltas populares que azotaron al mundo árabe a partir de 2011, y que trajeron consigo esperanzas y promesas de cambio político y sistemático, fueron consideradas por muchos como un despertar; así como la oportunidad histórica para la eventual y tan esperada instauración del constitucionalismo -junto a la democracia y el Estado de Derecho- en la región.

Este ensayo tratará de analizar si es apropiado hablar de «una nueva era de constitucionalismo» en la región MENA tras los levantamientos árabes de principios de la primera década. Para ello, y con el fin de no caer en interpretaciones orientales erróneas sobre la idiosincrasia de esta, ofrecerá en primer lugar una visión histórica de la tradición jurídica de la región, prestando especial atención al papel de la colonización occidental. A continuación, se valorará la importancia de las revueltas populares de 2011 en el cumplimiento de las expectativas del constitucionalismo transicional y se concluirá respondiendo a la pregunta expuesta, además de explorar algunos elementos problemáticos que dificultan de forma recurrente el examen preciso y completo del tema y que son de suma importancia para la correcta comprensión de la dinámica cultural y social del territorio.

Pruebas históricas de una tradición constitucional preexistente

Como dice el historiador Erdal Kaynar, y en contra de lo que suelen sostener algunos académicos, «la idea de que el poder del soberano estaba sujeto a leyes y a cierto grado de supervisión existía en los imperios islámicos mucho antes de la aparición del constitucionalismo moderno«. Esto es algo que debe tenerse en cuenta, ya que cambia razonablemente el enfoque que adoptará el ensayo al analizar si los levantamientos árabes constituyeron una «nueva era» en términos constitucionales, como si se diera a entender que las prácticas constitucionales o los checks and balances no existieran desde mucho antes.

De hecho, la región que actualmente se describe como Oriente Medio vio las primeras apariciones de patrones legales en su época preislámica, en la que un cuerpo de normas y tradiciones llamado Sunnan regía entre la población nómada beduina, y en la que los que más destacaban en su cumplimiento eran considerados como Hakams, árbitros o jueces de sus sociedades.

Estas tendencias existentes se mantuvieron vivas tras la creación y difusión del Islam, e incluso se reforzó el espíritu que hoy se atribuye al constitucionalismo. Al fin y al cabo, la maniobrabilidad de los gobernantes soberanos allí donde el Islam era la principal creencia religiosa quedaba automáticamente limitada por la Sharia’a, que -aunque permitía interpretaciones- representaba un mecanismo de limitación despótica ausente en las sociedades occidentales hasta la aparición de las primeras constituciones siglos después.

Pero más allá de las fuentes islámicas, la equidad y la no arbitrariedad estaban arraigadas en las sociedades de Oriente Medio desde sus primeras épocas a través de lo que hoy se conoce como el «Círculo de Justicia Otomano«. El círculo representaba la interconexión e interdependencia de todos los miembros de una sociedad -especialmente la relación entre la gente corriente y el Estado-, exponiendo que la justicia, y por tanto el bienestar de las personas, era fundamental para el éxito del imperio de cualquier sultán. Considerado como uno de los pilares fundamentales de los territorios dirigidos por los otomanos, estableció un concepto pionero a través del cual se esperaba que los gobernantes no actuaran de forma arbitraria ni ajena a las preocupaciones de la gente. Aunque parezcan conceptos abstractos, eran principios rectores de las sociedades premodernas de Oriente Medio, y poco a poco se fueron formalizando a través de la Tanzimat o reorganización otomana. 

Hay que señalar que, al igual que en otras partes del mundo en aquella época, los avances hacia el constitucionalismo seguían siendo tímidos e insustanciales si se comparan con la definición que se concibe actualmente para el término. No obstante, si tanto las sociedades occidentales como las árabes habían empezado a desarrollar nociones de responsabilidad legal y estructuración política en un momento similar, habría que explicar cómo entonces Oriente Medio parecía quedarse estancado en el tiempo mientras Occidente avanzaba, y cómo es que se ganó la reputación de tener una justicia kadi discrecional.

Según los Jóvenes Otomanos, una sociedad secreta que aspiraba a llevar la reforma a las tierras otomanas, «el ejercicio arbitrario del poder sólo seguía existiendo debido a la política interesada de los países europeos«. En definitiva, los esfuerzos reformistas y constitucionales se vieron frustrados por las potencias coloniales occidentales en todos los territorios dominados, algo que podemos ver especialmente en el fracaso de los intentos constitucionales de Túnez y Egipto. En este último, esta frustración es evidente, ya que a la primera constitución declarada por una asamblea representativa le siguió el bombardeo francés y británico de Alejandría. Aunque esta respuesta pueda resultar sorprendente, corresponde a un programa colonial exhaustivamente estudiado que se propuso «etnizar a las poblaciones y ganarse a las élites tradicionalistas locales«, lo que dificultó mucho la continuación de la vía constitucional preexistente. Es precisamente a partir del reconocimiento de tal dificultad que hay que empezar a analizar el significado de los levantamientos árabes de 2011.

El mito de la voz unánime detrás de los levantamientos árabes

Antes de nada, hay que decir que la asociación entre «Primavera Árabe» y constitucionalismo puede llevar a un considerable malentendido, además de a una tergiversación de la naturaleza del proceso revolucionario. A efectos de evaluación, conviene recordar al lector dos nociones fundamentales, a saber, que (1) el constitucionalismo no equivale intrínsecamente a la democracia y que (2) los levantamientos árabes de 2011 perseguían una transición de los regímenes autocráticos a los democráticos sin aspirar necesariamente a una reforma constitucional directa.

Profundizando en el concepto de constitucionalismo en contextos transicionales, algunos estudiosos podrían describirlo como la quintaesencia para «asegurar y sostener la gobernanza a corto y largo plazo«. Sin embargo, no se trata en absoluto de una opinión unánime, ya que otros sostienen que -en contextos posrevolucionarios- el constitucionalismo sólo pretende distanciar al nuevo estamento político del anterior, sin que ello implique axiomáticamente un consenso establecido, y mucho menos una democracia. Por lo tanto, el encuadre de nuestra comprensión del constitucionalismo será crucial para el estudio de si los levantamientos árabes lograron traer una nueva era de constitucionalismo, así como para su consiguiente conclusión.

Como se ha argumentado anteriormente, una tradición constitucional emergente estaba presente en Oriente Medio antes de que las potencias coloniales europeas se interpusieran en su camino. A pesar de la existencia de movimientos de oposición que, como los Jóvenes Otomanos, intentaron llevar a cabo una reforma política y legal a través de un enfoque local no occidental, la región no vio una movilización unificada y lo suficientemente grande hasta la notoria coyuntura de 2011, o al menos, eso es lo que parecía.

Sin embargo, se ha argumentado que, más allá de la demanda básica unificada que pedía a los líderes autocráticos que dieran un paso atrás bajo el grito الشعب يريد إسقاط النظام (el pueblo quiere derribar el régimen), pocos elementos pueden hacer que las multitudes árabes de la época se lean como un cuerpo político consolidado con una visión compartida comprensible de cómo debería ser la secuela de la revolución. Si definimos el constitucionalismo como un rasgo que «refleja o codifica el consenso entre la población sobre cómo debe organizarse el Estado«, se podría determinar que los levantamientos árabes de 2011 no lograron impulsar su adopción. En última instancia, «quién puede reclamar la propiedad de la revolución reclama la transición y, por tanto, el poder de definir la forma futura del Estado«; y en muchos países árabes, dicha propiedad no estaba clara.

Se puede aludir fácilmente a dicha polarización en el caso de Egipto, donde se enfrentaron dos agencias políticas diferentes en el momento de la transición, una vez superado el momento de la unidad, lo que dio lugar al paradójico escenario en el que un movimiento que se inició con la intención de derrocar un régimen autocrático acabó con la eventual instauración de un gobierno militar. Sin embargo, pueden formularse conclusiones similares en el caso de Túnez, que a pesar de pretender ser considerado como el hito constitucionalista de los levantamientos árabes, ha demostrado lamentablemente que la falta de consenso social obstaculizó el camino hacia la reforma a largo plazo en Oriente Medio a través de los acontecimientos actuales.

Conclusión

Tras haber analizado tanto la historia y las características intrínsecas del marco jurídico del mundo árabe, como el concepto de constitucionalismo en contextos de transición y, en particular, en el marco de los levantamientos árabes de 2011; ahora es posible proceder a una conclusión sobre si estos últimos representaron un cambio en la dinámica constitucional de la región. Sea como fuere, es crucial hacer algunas observaciones finales por adelantado.

Tal y como se ha planteado a lo largo del ensayo, no hay que dejar de recordar que las concepciones estandarizadas del constitucionalismo que se tienen actualmente entre la erudición son esencialmente unilaterales, y corresponden principalmente a apreciaciones orientalistas que, la mayoría de las veces, desprecian los planteamientos ajenos y tienden a describirlos negativamente a los ojos del mundo. Por lo tanto, analizaremos el concepto teniendo en cuenta las especificidades de la región que se estudia. En este sentido, no sólo se tendrá en cuenta el importante papel de la religión en las sociedades de Oriente Medio, sino también -y quizá aún más importante- sus diferencias en comparación con el modelo westfaliano en el que opera la jurisprudencia occidental. 

Mientras que esta última manifiesta un enfoque territorial a través del cual el derecho se define por sus límites territoriales, la tradición jurídica árabe es propensa a adoptar un enfoque personal a través del cual «el derecho se adhiere a la persona como miembro de una determinada religión o secta más que a su pertenencia, como ciudadano, a un territorio definido nacionalmente«. Esforzarse por observar el constitucionalismo únicamente a través de la lente territorial -ignorando los rasgos sociales de la cultura árabe- bien podría haber sido el culpable del fracaso de los intentos constitucionales en la región; mientras que intentar mantenerse fiel a la tenencia personal y sectaria de la ley que caracterizaba a la jurisprudencia precolonial -como en el caso del Líbano- puede resultar más beneficioso para el logro de la estabilidad política y la democracia a largo plazo; pero la respuesta a esta cuestión excede el ámbito de análisis de este ensayo.

Dicho todo esto, puede concluirse finalmente que los levantamientos árabes de 2011 no dieron lugar a una nueva era de constitucionalismo en Oriente Medio. No lo hicieron, en primer lugar, porque el término «nueva era» implica que el constitucionalismo no existía hasta entonces, algo que ha sido refutado anteriormente. Más bien, sería más apropiado hablar de si los levantamientos árabes constituyeron un renacimiento del constitucionalismo que actualizó su tradición preexistente. Y, en segundo lugar, no lo hicieron porque las secuelas de los levantamientos carecían de la unidad y el consenso necesarios para que cualquier forma de constitucionalismo se instaurara en el conjunto de los países donde tuvieron lugar.

En cualquier caso, esta conclusión no debe servir para transmitir desesperanza sobre el futuro de la región, tanto en términos políticos como jurídicos, sino para alentar formas diferentes e innovadoras de abordar la no arbitrabilidad y la justicia en Oriente Medio que reconozcan verdaderamente la naturaleza específica de sus costumbres sociales, culturales y jurídicas y que, en consecuencia, tengan la intención de llevar a cabo la reforma que las propias sociedades desean ver en lugar de limitarse a replicar un marco jurídico eurocéntrico que tiene poco en cuenta las demandas reales de los pueblos a los que debe gobernar.

Bibliografía

Kaynar, E. (2016). Constitutionalism in the Middle East. Politika. Retrieved 19 November 2021, from https://www.politika.io/en/notice/constitutionalism-in-the-middle-east

Fadel, M. (2018). Law and Revolution: Legitimacy and Constitutionalism After the Arab Spring. By NimerSultany. Oxford University Press, 2017. Law & Society Review, 52(3), 810–813. https://doi.org/10.1111/lasr.12354

Fawcett, L. (2008). Neither Traditional nor Modern: Constitutionalism in the Ottoman Empire and its Successor States. Journal of Modern European History, 6(1), 116–136.

Liolos, J. (2013). Erecting New Constitutional Cultures: The Problems and Promise of Constitutionalism Post-Arab Spring. Boston College International and Comparative Law Review, 36(1), 219–254.

Mallat, C. (2006). On the Specificity of Middle Eastern Constitutionalism. SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.2226067

Said, E. W. (1979). Orientalism (1st Vintage Books ed). Vintage Books.

Gerber, H. (1994). State, Society, and Law in Islam. Suny Press. Retrieved 22 November 2021, from https://www.sunypress.edu/p-1820-state-society-and-law-in-islam.aspxTurner, C. (2015). Transitional Constitutionalism And The Case Of The Arab Spring. The International and Comparative Law Quarterly, 64(2), 267–291.

¿Qué está pasando en el Sáhara?

EuroArab

Los miembros de EuroArab, Aymane Maazioui y Zouhair El Hairan, participaron en un seminario online sobre la situación del Sáhara desde la perspectiva de Marruecos el pasado 13 de diciembre de 2020, organizado por la ‘think thank’ Puerta de África. La sesión fue desarrollada en inglés y se centró en aproximarse al conflicto desde un punto de vista político-histórico, revisando los eventos históricos que se han ido produciendo y que ayudan a entender la situación actual.

Asimismo, se planteó la propuesta de un Estatuto de Autonomía para el Sáhara por parte de Marruecos como solución al conflicto. Esta iniciativa es considerada por parte de recientes resoluciones de Naciones Unidas como una solución seria, creíble y realista. Mediante esta iniciativa, Marruecos garantiza a todas las y los saharauis, tanto en el exterior como en el interior, la plena integración en el Sáhara. Además la iniciativa prevé la creación de un Parlamento de auto-gobierno que estaría compuesto por miembros elegidos por sufragio universal por el conjunto de la población saharaui, y respetando la paridad de género. Finalmente, este Estatuto de Autonomía se sometería a un referéndum por parte de las poblaciones concernidas, y constituiría el ejercicio del derecho a la autodeterminación de estas poblaciones.

Aymane Maazioui, graduado en estudios internacionales, y estudiante de Máster en Seguridad Internacional en Instituto Barcelona de Estudios Internacionales (IBEI).

Zouhair El Hairan, periodista, politólogo y doctorando en Ciencias Políticas en la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

Cara a Cara: Jóvenes de origen Marroquí con Jóvenes Saharauis. Diálogo y debate sobre el conflicto

EuroArab

Diálogo y debate online sobre el conflicto del Sáhara, con el título ‘Cara a cara: jóvenes de origen marroquí con jóvenes saharauis’. El debate contó con la participación de Abidin Mohamed Hamudi de los campamentos de refugiados saharauis y actualmente estudiante de tercer curso de universidad; Hamadi Abdalah Mustafa, de los campamentos de refugiados Smara; Zouhair el Hairan, periodista y politólogo; y Lojaina Maftouh Lachheb, estudiante de máster en Diplomacia y Organizaciones Internacionales. El evento online fue conducido por Rachid Elyounoussi, periodista del diario electrónico Infotalqual.net.

Se puede volver a visualizar el debate online en este link: https://www.facebook.com/100011892795061/videos/927260617680356/

Premio del Asociacionismo Juvenil en Catalunya

EuroArab
EuroArab obtuvo el premio «impacto» del asociacionismo juvenil catalán 2020 por su proyecto Canal EuroArab, que pretende visibilizar la diversidad de la ciudad de Barcelona y los y las jóvenes migrantes solas.
 
El ‘Consell Nacional de la Joventut’ ha pretendido un año más reconocer y premiar el trabajo realizado por y para los y las jóvenes. Estos premios demuestran que la juventud es un presente imparable, y que sigue siendo protagonista de proyectos innovadores y transformadores.
 
Proyectos e iniciativas que contribuyen a la justicia y la cohesión social, donde este año se han presentado más de 30 proyectos de alta calidad e imprescindibles para construir una sociedad más justa. El premio «impacto» pretendía premiar iniciativas que promueven la defensa de los derechos de los y las jóvenes migrantes solas desde una perspectiva de derechos.

En esta fuente, podéis obtener información del resto de los proyectos premiados: https://www.cnjc.cat/en/node/13771
 

Directos especiales por el Ramadán

EuroArab

EuroArab organiza los ‘directos especiales por el Ramadán’ a través de Instagram durante el período de Ramadán en confinamiento. Estos directos versan sobre el significado de observar el ayuno entre las diferentes religiones y espiritualidades, como son por ejemplo el Cristianismo, el Judaísmo y el Hinduismo. Los directos contaron con la intervención de la periodista Aroa Ortega de EuroArab y el grupo joven de diálogo interreligioso del AUDIR, del activista Albert Oliveras de Salam Shalom Barcelona, y del ingeniero Madhava Carrillo del Consejo Nacional de ISKCON (España).

En este link de Instagram, podéis volver a ver el Directo del ‘ayuno en el Hinduismo’: https://www.instagram.com/p/CATFm83omBt/

EuroArab

Audiencia con el Presidente del Parlament de Catalunya

EuroArab

El pasado 3 de diciembre, miembros de EuroArab y de la asociación Darna se reunieron durante una hora con Roger Torrent i Ramió, presidente del Parlament de Catalunya, la segunda autoridad del país justo por detrás de la presidencia de la Generalitat. Un encuentro amable que sirvió para dar a conocer las actividades que realizan las entidades EuroArab y Darna. En palabras del secretario de la entidad EuroArab, Zouhair El Hairan: «la entidad se ha centrado últimamente en fomentar la participación política de jóvenes de origen diverso y que vean que las instituciones políticas catalanas también les pertenecen». Por su parte Ángela Pérez-Chuecos, miembro de Darna explicó, «hace ya 3 años que trabajamos el deporte, en concreto el fútbol, como herramienta de inclusión social de menores migrantes sin referentes familiares. Empezamos con un único equipo de fútbol sala, ahora ya tenemos también uno de fútbol 11 que juega en la 4ª liga regional catalana».

EuroArab

El presidente del Parlament de Catalunya se interesó por la situación de los menores sin referentes familiares ex tutelados, que al cumplir los 18 años no disponen de un permiso que les habilite para trabajar y en muchas ocasiones se quedan en una situación sin salida. El presidente señaló: «debemos aunar esfuerzos y crear proyectos sociales para su total inclusión, y que desde el punto de vista legislativo estamos dispuestos a escuchar propuestas». Sobre esta afirmación, intervino Abdelbari Akhrif, un menor ex tutelado de 20 años: «estoy prosiguiendo mis estudios de formación profesional en electrónica, mi objetivo es conseguir un buen trabajo y poder ayudar a mi familia». A lo que el presidente del Parlament respondió: «es importante reforzar figuras que puedan hacer de referentes a los diferentes colectivos y fomentar los casos de éxito». El encuentro contó también con la intervención de Samiha Chriaa, una emprendedora joven catalano-marroquí que desarrolla un proyecto ocupacional para mujeres inmigrantes en riesgo de exclusión social. La audiencia concluyó con la entrega de un calendario interreligioso 2020, donde participaron miembros de EuroArab, y que es parte de un proyecto de la asociación AUDIR, que trabaja por el diálogo interreligioso e interconviccional.

Memorias de Marruecos Salam Shalom Barcelona

EuroArab

Este evento consitió en un colofón del proyecto que contiene entrevistas que forman parte de una colección de historias orales que tratan el pasado judío de Marruecos.

La iniciativa fue llevada a cabo por una investigadora del grupo Salam Shalom Barcelona, e intenta preservar las memorias de personas judías sefarditas marroquíes y musulmanas marroquíes, que solían vivir en Marruecos. Específicamente, sus memorias de la comunidad judía en Marruecos durante el siglo XX.

Salam Shalom es una iniciativa que nace desde el diálogo entre EuroArab y Mozaika, que explora aspectos de las culturas judia y musulmana en Barcelona, y contribuye a luchar contra la islamofobia y el antisemitismo.

EuroArab

Festa del Marroc: en solidaritat amb els menors no acompanyats

EuroArab

El passat dissabte 23 de novembre es va celebrar al Casal de Joves Palau Alós de Barcelona la Festa Cultural del Marroc, en solidaritat amb els menors migrants sense referents familiars. Un esdeveniment organitzat per l’Associació DARNA i per EuroArab (el Centre d’Investigadors i Professionals Euro-Àrabs ), per conscienciar sobre la realitat dels menors sense referents familiars a Catalunya. L’acte, que va congregar gairebé 200 persones entre menors, educadors i associacions, va servir per recordar que forma part d’una campanya per sensibilitzar sobre la situació d’emergència que viuen actualment gairebé 3200 menors estrangers tutelats per la Generalitat de Catalunya, i el futur gris que els espera en fer 18 anys, en què la majoria es troben al carrer, però sense permís per treballar.

El president de l’Associació DARNA, Rachid El Younoussi, va explicar que «la nostra experiència al Raval és única, des del principi hem apostat per l’esport com a eina d’inclusió social, vam començar fa 3 anys i avui tenim un equip de futbol 11, format exclusivament per menors i ex menors no acompanyats que estan jugant a la lliga de la Federació Catalana de futbol, ​​a més de l’equip de futbol sala». Per la seva banda Zouhair el Hairan, de la junta directiva d’EuroArab va explicar que «aquesta Festa del Marroc té com a objectiu principal començar una campanya de sensibilització cap al col·lectiu de migrants menors sense referents familiars. Es tracta d’un col·lectiu estigmatitzat i instrumentalitzat, i cal posar èmfasi en què es tracta de menors i, en definitiva, nens que requereixen de protecció social i institucional.»

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Memorias Olvidadas de la época franquista

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El pasado 20 de junio, se celebró la mesa redonda ‘Memorias Olvidadas’, organizada por el Espai Avinyó del ayuntamiento de Barcelona. Samuel García fundó Carabutsí, un proyecto de recuperación de la memoria de los catalanes gitanos, mayoritariamente que hayan nacido en Catalunya. Montse Santolino, responsable de comunicación de Lafede.cat, explicó su apropiación del término ‘xarnego’, para reinvindicar con orgullo la realidad de las pesonas migradas de otras partes del Estado Español. Fernando Marín, por parte, que es de los Testigos de Jehová, fue prisionero de conciencia durante 10 años en cárceles franquistas. Fernando Marín añadió que los Testigos de Jehová sólo pretenden volver al Cristianismo original, y reinvindicar el mensaje de amor de Jesucristo. Condujo la mesa redonda Aina Guillén, directora de servicios de derechos de ciudadanía y diversidad del ayuntamiento de Barcelona.

Montse Santolino relató también que durante la época franquista también existían ‘CIEs’ en Barcelona para inmigrantes que procedían de áreas rurales del Estado, unos episodios de la historia reciente que se han quedado en el olvido. Marín puntualizó que los Testigos de Jehová se tuvieron que enfrentar a la autoridad, ante todo en época franquista. Marín incidió en la cifra de que hubo más de 1000 prisioneros que eran Testigos de Jehová en la época franquista. Montse también matizó por su parte la realidad diversa de todas las personas ‘xarnegas’, y que hay barriadas que han dejado de existir, y que no se sabe casi nada de su historia, se trata de una memoria olvidada. Añade que hoy en día no se hacen buenas políticas de convivencia, porque prácticamente no se sabe ni se explica nada de cuál es la historia migratoria ni de la cultura de las personas que empezaron a llegar a Catalunya a partir de los años 90. Fernando Marín concluyó la mesa redonda agradeciendo la presencia de la audiencia a la que no está acostumbrado, y que se siente orgulloso también de ser ‘xarnego’.